Comprar un monitor gamer no es solo cuestión de pulgadas o colores brillantes. Hay detalles que pueden transformar por completo tu experiencia, desde el tiempo de respuesta hasta el tipo de panel. Por eso, LG Electronics compartió cinco errores comunes que deberías evitar al momento de invertir en una nueva pantalla para jugar.
Con la expansión del ecosistema gamer en Colombia y Latinoamérica, cada vez más personas buscan una experiencia envolvente, fluida y adaptada a sus gustos. Pero entre tantas especificaciones técnicas, es fácil pasar por alto lo que realmente importa.
1. Ignorar el tipo de panel
No todos los paneles son iguales. Los monitores OLED, por ejemplo, ofrecen negros más profundos y mejor contraste, ideales para juegos con escenas oscuras. Por otro lado, los IPS dan colores más precisos y amplios ángulos de visión. Elegir el panel adecuado depende del tipo de juego y tu preferencia visual.
2. Enfocarse solo en los Hz
Más frecuencia no siempre es mejor si tu GPU no lo aprovecha. Un monitor de 240 Hz suena bien, pero si tu tarjeta gráfica no pasa de 100 fps, estarías pagando por algo que no vas a notar. Lo mejor: buscar equilibrio entre frecuencia y capacidad de tu equipo.
3. Subestimar el tiempo de respuesta
Los milisegundos sí cuentan. Un tiempo de respuesta alto puede generar ghosting (efectos borrosos en escenas rápidas), lo cual es fatal en juegos competitivos. Los monitores con 1ms o menos son ideales para shooters o títulos de ritmo frenético.
4. No activar las funciones gamer
Muchos monitores tienen modos de imagen especiales para juegos, pero pocos los usan. LG recomienda activar funciones como el Black Stabilizer o Dynamic Action Sync, que mejoran la visibilidad en zonas oscuras o reducen el input lag.
5. Olvidar la conectividad
¿Tu monitor nuevo tiene HDMI 2.1? ¿DisplayPort actualizado? La conectividad es clave si piensas usar consolas de última generación o aprovechar VRR (frecuencia de actualización variable). Y si eres creador de contenido, los puertos USB-C pueden ser una ventaja.
Bonus: comodidad también importa
Pasamos horas frente a la pantalla, así que no olvides el confort. Un monitor con base ajustable, protección contra luz azul o modo lector puede hacer la diferencia en tu salud visual.
En resumen
Invertir en un buen monitor no es solo una compra técnica, sino una decisión estratégica. Como dice LG, se trata de crear un espacio que se vea, se sienta y se juegue bien. Evitar estos errores te ahorrará tiempo, dinero… y muchos rage quits innecesarios.
¿Vas a cambiar de pantalla pronto? Cuéntanos en los comentarios cuál es tu prioridad: ¿velocidad, tamaño o diseño?
